Reducción de la Jornada Laboral en España: Claves Legales para Empresas en 2025
Rivas & Pradas Soluciones Legales Integrales
La reducción de la jornada laboral en España a 37,5 horas semanales es una de las reformas laborales más relevantes de 2025. Esta medida, recogida en el Proyecto de Ley publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, modifica el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores y representa un cambio estructural que afecta a empresas y trabajadores por igual. Actualmente el 79,7% de las personas trabajadoras cubiertas por un convenio
colectivo se encuentra en una jornada de 37,5 a 39,5 horas a la semana. Tan
sólo un 7,2% se encuentra por encima de las 39,5 horas mientras que el 13%
restante ya trabaja menos de 37,5 horas a la semana.
¿Qué implica esta reforma laboral?
Aprobada por el Consejo de Ministros el 6 de mayo de 2025, la norma establece una jornada laboral máxima legal de 37,5 horas semanales sin reducción salarial. Su entrada en vigor está prevista para el 1 de enero de 2026, aunque las empresas deben iniciar su adaptación antes del 31 de diciembre de 2025.
Obligaciones clave para las empresas
1. Reorganización de turnos y procesos
La reducción de jornada sin pérdida salarial obliga a las organizaciones a rediseñar turnos, procesos y estructuras internas para mantener la productividad y cumplir con la nueva normativa.
2. Registro horario obligatorio
Será imprescindible implementar un sistema digital de control horario que cumpla con los siguientes requisitos:
• Objetivo, fiable y accesible.
• Cumplimentado directamente por cada trabajador.
• Interoperable y legible para empresa, trabajadores e Inspección de Trabajo.
• Conservado durante cuatro años.
Este registro de jornada laboral será obligatorio también para contratos a tiempo parcial y deberá estar disponible tanto en el centro de trabajo como de forma remota para las autoridades competentes.
3. Derecho a la desconexión digital
Paralelamente, se ha reforzado el derecho a la conciliación. El Artículo 34.8 del Texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores reconoce el derecho de las personas trabajadoras a solicitar adaptaciones en la duración y distribución de su jornada para hacer efectivo su derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral, abriendo un proceso de negociación con la empresa.
En definitiva, la normativa reciente ha desplazado el foco desde la informalidad y la tolerancia hacia un marco de transparencia y control documentado. Ya no basta con cumplir la jornada, sino que es imprescindible poder acreditarlo de forma fiable, respetando siempre los derechos consolidados y los acuerdos colectivos.
Este derecho es irrenunciable. Las empresas no podrán exigir tareas fuera del horario pactado ni penalizar a quienes no respondan comunicaciones fuera de su jornada. Se protege así el derecho al descanso y a la intimidad digital de los trabajadores.
4. Revisión de convenios colectivos y contratos**
Las empresas deberán revisar sus convenios colectivos, adaptar contratos laborales y negociar con los representantes sindicales para garantizar el cumplimiento de la nueva legislación.
Régimen sancionador: multas por incumplimiento
El nuevo régimen sancionador laboral contempla sanciones económicas por cada trabajador afectado:
• Infracción leve: de 1.000 a 2.000 euros.
• Infracción media: de 2.001 a 5.000 euros.
• Infracción grave: de 5.001 a 10.000 euros.
Estas sanciones aplican tanto por la ausencia de registro horario como por la manipulación de datos o el incumplimiento de las normas sobre organización del tiempo de trabajo.
Impacto sectorial y adaptación empresarial
No todos los sectores se verán afectados de igual forma. Las empresas con alta presencialidad o estructuras rígidas deberán rediseñar sus modelos operativos. En estos casos, contar con asesoría legal especializada en derecho laboral puede marcar la diferencia entre una transición ordenada y un conflicto laboral.
Una oportunidad para mejorar la competitividad
Desde Rivas & Pradas, expertos en asesoría legal para empresas, consideramos que esta reforma puede convertirse en una ventaja competitiva si se gestiona con visión estratégica. Una jornada más corta puede:
• Mejorar la motivación del equipo.
• Reducir la rotación de personal.
• Reforzar la imagen de marca como empleador responsable.
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